Estuve de cumpleaños hace un poco mas de un mes, y la celebración fue unos días mas tarde... ¿la verdad?, ¡me encanta estar de cumpleaños!... mi pololo me hizo un regalo muy lindo, lindo por los detalles que significaban, eso que casi ningún hombre hace, de fijarse en detalles insignificantes para dar algo, aunque igual repetí algo varias veces, pero jamás pensé que me daría algo como eso... mi primera reacción no fue de lo mejor (y el lo recuerda aún...), la verdad es que me dio miedo, ¿miedo de qué?, aún no lo se... pero esta entrada no se trata de eso, sino de que ayer al fin descubrí, o más bien, vi en internet, el significado que tienen esos niñitos hermosos, vestidos de colores que se tapan 3 de los 5 sentidos...
Hay tanto tanto pero tanto que aprender en esta vida! y son tan cortos los años y tan liviana la existencia, ese nunca saber si habrá un mañana, si habrá un otro momento, si acaso tendremos la oportunidad de pedir perdón o de decir adiós, de dar un último beso inolvidable o de solo sentir su olor y sus brazos por última vez... si las circunstancias de la vida nos arrebatan a nuestros seres queridos de un minuto al otro, ¿tendremos un último recuerdo valiosamente hermoso que atesorar en nuestra memoria para darle sentido a la propia existencia igual de frágil?...
Se debe aprender a No decir, no mirar y no escuchar nada que no me edifique. Porque no sabremos si existirá la oportunidad de reparar la construcción y aún más, cuando se trata del más importante edificio de nuestras vidas: Nosotros mismos.
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