Ballet.

 Siempre he detestado que la vida me arrebate mi esencia, mi alma, mi ser, mi todo lo que soy y una vez más lo ha logrado.
 Hace un par de meses, ingrese a clases de ballet, creo no haber ido a mas de tres y me enamoré profundamente de todo lo que allí aprendí y de todo lo que soñaba algún día poder aprender, el precio de las clases estaba a mi alcancé y el tiempo también. Planifique regresar a estas luego de mis vacaciones de viajes por el sur, pero mi horario de universidad no me lo permite, siento que me han robado algo tan mio y tan nuevo, que apenas he alcanzado a saborear, una pequeña degustación de una nueva arista de mi arte interior, algo que no he podido desarrollar, algo que apenas si he empezado.

 Tengo una terrible desesperación por volver a esa pequeña salita, con una estufa pegada a la pared, con espejos por doquier, con un gato en el dosel de la ventana y con las murallas plagadas de barras... y yo expectante, con mis zapatillas rosadas.