"Amor en tiempos de Facebook I".

 Continúa la travesía en búsqueda del libro que contiene el tesoro de esos amores de antaño, esos amores que necesito comparar con el amor discursivo del hoy, en Facebook... y se escapa, después de dos veces, de una hora cada una buscando el libro entre muchos otros libros, teniendo a todo el personal de la tienda menos uno buscando lo que necesitaba y no encontrarlo...

...el libro me ha llevado a buscarlo a otro lugar, más mágico, sin duda, la Plaza de Armas de la ciudad.

"Amor en tiempos de Facebook".

 Lingüistica General es el primer ramo del Minor que he comenzado, debo hacer un trabajo acerca de la variación del lenguaje, bueno, de una de sus variaciones, el trabajo es ejemplificarla... ya tengo resuelto cuál será mi estudio: 

A M O R.

Creo que será un viaje interesante.
Hoy he comenzado viendo algunos itinerarios, hoteles y lugares que no puedo dejar de visitar, me he llevado sorpresas magníficas, un Beethoven de ensueño, un Marx de ternura y un Freud que ha enamorado a todos cuántos han leído el extracto que he puesto en Facebook. 

Será por lo bajo, un viaje interesante, espero que me remueva más de una célula.

Aquí voy, me esperan los grandes hombres y mujeres de los tiempos, con sus corazones, letras y amores abiertos.

"Realidad" (?)

 No entiendo muchas cosas que dice la gente... o quizás las personas no entienden bien lo que dicen.

 Volviendo de vacaciones a todo el mundo le dio por poner en las redes sociales fotografías o estados con el mismo titular "De vuelta a la realidad", ¿a tal punto nos ha arrastrado esta vida que ya creemos en que el trabajo es lo que tiene, lo que debemos ser y aquellos paisajes idílicos y lo que vivimos en vacaciones no es más que fantasía, no es más que un sueño?, y por otra parte, ¿tan terrible es para todos lo que estudian, a lo que se dedican profesionalmente?, si tanto les parece casi una esclavitud a la que se debe volver luego de un sueño, ¿por qué no cambian lo que hacen?.

Escribir.

 Volver a escribir no es más que abrir una puerta de donde salen y salen y salen y salen ideas, pensamientos que alardean y dan alaridos por salir a la luz, porque se les forme, porque algo ocurra y se puedan al fin formar, al fin... después de tanta espera. Amo como mis dedos bailan sobre las teclas y como mi mente llega a ese punto que adoro, donde ya no se qué escribo, donde ya no es mi conciencia la que pone una letra tras otra, solo pasa y sigue...

Volver a escribir.

 Me gusta escribir y me gustaría escribir muchísimo más, escribir historias, escribir cartas, escribir, escribir y escribir... Sólo que a veces, nunca he entendido muy bien por qué, lo dejo, lo olvido, queda ahí, tirado, pero es más que sólo dejar de escribir, es dejar olvidado en un rincón, llenándose de polvo, una parte de mí misma y es terrible la sensación de recordar que ese lugar existe, es un lugar mágico de uno mismo donde se puede ir y sólo existir con tus demás partes, tratando de completarte, claro que eso nunca sucederá, se necesita de la falta, pero esa falta es la que da existencia, la que hace vivir, al final, la que me hace escribir. Quizás dejo de escribir cuando caigo en la mentira de sentirme completa y entonces dejo de buscar(me).

Es bueno saber, igual, que alguien te lee y que alguien comenta, más aún cuando llega algún mensaje agradeciendo lo escrito... si al final, todos somos parciales y entre parcialidades, podríamos ir dejando de ser tan parciales y completar alguna cosa, aunque sea momentáneo.